CALP
agosto 20, 2022
“¡Me dieron un mate al fondo!”, resumió, con la voz entrecortada por la emoción y todavía sorprendido, Alberto “Coco” Meunier, el gran protagonista de una noche para el recuerdo en el Club de Ajedrez La Plata. Fue el pasado lunes 15, cuando en la sede de 6 y 54 hubo festejo a lo grande por los 90 años de vida de uno de los socios más entrañables de nuestra institución.
“Coco”, el ajedrecista más longevo en actividad en la Ciudad, no se la vio venir y cayó en la “celada” como un principiante que da sus primeros pasos en el mundo de los trebejos: lo invitaron al club con la excusa de que sea el presentador de la nueva copa del Clásico de los Lunes. Pero no era más que un ardid para agasajarlo con un festejo sorpresa por su cumpleaños 90. ¡Nada menos!
La celebración fue tomando forma en los días previos. “Coco”, que visita el club cotidianamente, sigue reinventándose con el ajedrez como mejor compañía. Frente al tablero elabora endiabladas partidas con Humberto Salvatierra -otro que no se cansa de dar cátedra de ajedrez-, entabla tertulias en las que estimula su vida social y, cada tanto, se cruza con los aficionados más jóvenes, a quienes siempre les pone las cosas difíciles a la hora de jugar.
Así fue como una tarde “Coco” se cruzó en una partida con Gastón Bucciarelli, dirigente de la comisión directiva, y le comentó que se acercaba su cumpleaños 90. Fue el disparador para que el club y la familia de “Coco” empezaran a tramar -en secreto- el merecido reconocimiento. Días antes la invitación se difundió por las redes sociales, aprovechando que «Coco» no las usa.
El ambiente fue ideal. Más de medio centenar de jugadores y socios colmaron las instalaciones, en la antesala de la última ronda del Clásico de los Lunes. Gabriel Tokatlian, presidente del CALP, destacó que “Coco” es un ejemplo del sentido de pertenencia que genera el club y resaltó que es “todo un símbolo, un estandarte” de la institución que lo tiene entre sus socios vitalicios y que lo cobija hace más de siete décadas.
“Tengo la suerte de que me haya tocado a mi, en nombre de todos los socios, agradecerte por formar parte del Club de Ajedrez”, agregó, mientras le entregaba la plaqueta de reconocimiento y un cerrado aplauso inundaba el salón principal del club.
Después fue todo emoción: la sala entera cantó el feliz cumpleaños, el agasajado sopló las velitas y relampaguearon los flashes de las fotos con familiares y amigos. La torta, como no, era un bellísimo -y riquísimo- tablero con las 32 piezas blancas y negras, que no hubo más remedio que cortar y repartir entre los invitados. Fue un momento muy especial. Al ver el brillo en los ojos de “Coco”, quedó muy claro que, a sus 90 años, jugar al ajedrez es el regalo más grande que se puede hacer a sí mismo.
«Es una idea hecha torneo». Así describió el Árbitro Argentino Mario Rivero al Clásico de los Lunes, en otro de los momentos emotivos de la velada. Es que el evento que creó años atrás atravesó su 25° edición y no para de crecer, convertido en un torneo de referencia del calendario ajedrecístico platense por el que han pasado varios de los mejores jugadores de la Ciudad.
Por eso el Club de Ajedrez La Plata le entregó a Rivero un diploma en reconocimiento a su destacada labor en la difusión del ajedrez local, distinción que recibió nada menos que de manos de su hijo Martín, en uno de los instantes más emocionantes de la noche, en la antesala de la última ronda.
Otra de las novedades es la nueva copa del Clásico de los Lunes, que permanecerá en el Club de Ajedrez La Plata y llevará los nombres de cada uno de los ganadores de las respectivas ediciones del certamen.
Ramiro Nascimbene fue el gran ganador de la 25° edición, al vencer en una trepidante partida a Aldo Torrillas y acumular 6 puntos sobre 7 posibles. Lo escoltaron Francisco Iribarren (también con 6 en 7) y Luis Nomdedeu, ambos de excelente desempeño.
Un valor agregado fueron los comentarios en vivo del Maestro Fide Rafael Miranda, que se sumó a la transmisión del torneo.
Algunos de los ganadores del Clásico de los Lunes, con la nueva copa que llevará los nombres de quienes se impusieron en alguna edición.